Puede parecer un tópico, pero apostar por un espacio completamente blanco puede resultar muy impactante. Aunque es común encontrar este tipo de espacios en casas de estilo mediterráneo, también puede adaptarse a otros estilos según dispongamos los complementos decorativos. A menudo, combinar distintos tipos de blanco, jugando con las texturas o materiales, puede dar un resultado muy satisfactorio.

Otra tendencia en cuanto a color, que puede resultar de lo más bonita, puede ser apostar por el verde. No es habitual encontrar un sofá de este color, pero hay que reconocer que puede ser muy interesante. Si no es tu caso, elegir complementos como cojines, una alfombra o incluso una sola pared en color verde puede atraer todas las miradas. Esta gama de color da mucho de sí, puedes comprobar la cantidad de tonos de verde que puedes encontrar en la naturaleza. Para dar ese toque final, te recomendamos incluir plantas de interior en el salón.

La tercera idea en cuanto al color es la apuesta más atrevida de las anteriores. Prueba a combinar distintos tipos de colores, texturas y juntalos sin miedo. Este estilo podríamos considerarlo étnico, con alfombras de colores vivos, cojines estampados y decoración colorida que consigue animar a cualquiera. Si te quieres inspirar en lugares con climas cálidos como América Latina o África, ésta tendencia es una de las claves.

La iluminación ejerce un gran poder sobre la atmósfera de un espacio. Apostar por ligeras lámparas con luz cálida en las mesas bajas puede ser muy apetecible en temporada de invierno, pero si quieres iluminar para impresionar a tus invitados, apuesta por instalar focos empotrados en el techo, así tendrás luz suficiente para mostrar cada detalle de tu salón. Si quieres combinar ambas opciones, puedes obtener la iluminación perfecta y acogedora que estás buscando.

Dale textura a la pared principal, añade algún efecto con volumen en tu decoración y ¡conseguirás crear un diseño mucho más atractivo! Si tienes una pared de ladrillo vista, ¡juegas con ventaja! Los demás, podemos colocar un papel pintado con volumen en la pared principal para crear ese efecto. En cuanto a los tejidos, puedes probar con cojines o mantas diferentes que conviertan tu sofá en el lugar ideal en el que relajarse.

Darle protagonismo a nuestro suelo puede ser una inversión a largo plazo. Estéticamente hablando, un espacio sin gracia puede mejorar apostando únicamente por un suelo bonito. Existen maderas, suelos laminados y vinílicos que pueden adaptarse a cualquier presupuesto. La segunda alternativa, pero no peor, es cubrir con alfombras los espacios que quieras destacar. Además, existen en el mercado muchos estilos y materiales que pueden adaptarse tanto a un salón con cocina integrada como a uno adaptado a ritmo de los niños.

A menudo nos complicamos con la decoración de las ventanas, desde la cortina simple hasta el estor más rococó del mercado. Es difícil imaginar cómo quedará un tejido sin verlo antes puesto. Las preguntas indispensables previas a decorar una ventana son: ¿quiero un tejido opaco?, ¿necesito el espacio bajo la ventana?, ¿necesito proteger del sol o del frío mi salón?

Una vez aclaradas, podemos empezar a descartar algunas de las múltiples opciones para dar en el clavo con nuestras necesidades. Un consejo es optar por tejidos ligeros y claros para el verano y por otros más pesados y apagados para el invierno.