Que uno no tenga espacio para poner una mesa con sus sillas alrededor dentro de su cocina no significa que no puedas disfrutar de tu espacio para comer y desayunar cómodamente en ella. Los mostradores de cocina han evolucionado, ahora se hacen en varias alturas y la madera vuelve con fuerza.
Pueden ir acoplados como continuación de la encimera si la cocina es muy estrecha, o a doble altura si es necesario. Fuera convencionalismos, ahora con la cocina hay que hacer lo que uno necesite y quiera. Quién ha dicho que tiene que ir separada de los propios muebles, o que no puede ir con banco, o con un mueble complementario.
Las mesas siguen siendo muy solicitadas, pero pueden acoplarse de otra forma y con otros resultados, todos bajo las premisas básicas de comodidad y funcionalidad sin descuidar nunca el estilo. Así cualquier rincón es aprovechable y se convierte en un espacio único para disfrutar con los nuestros, ya que ese es, sin lugar a dudas, el mejor de los premios.
Y como la felicidad se va encontrando y no llega de golpe, la cocina se va diseñando con pequeños detalles. Sentir la sobriedad de la madera, perderse entre los colores de las encimeras, dudar en medio de decenas de tiradores, ilusionarse con el integrado de las puertas e imaginarse dentro de ella pasando grandes momentos.
En la elección está el acierto y cuantas más posibilidades haya mejor.
Fuente: http://cocinasrio.com/