Te proponemos un reto: olvidarte del «no me cabe» y mirar sin corsés ni prejuicios cada cm libre de tu casa. Seguro que en nuestra galería encontrarás un montón de buenas soluciones para sacarles partido. ¿Te apuntas al reto?
Se ha aprovechado el paso abierto de la puerta para planificar una librería de suelo a techo enmarcando la pared. Este recurso ofrece mucho espacio de almacén a lo alto sin restar espacio útil. Al planificarse todos los huecos iguales, tanto los verticales como los horizontales, la librería se ve más ordenada visualmente. Es un diseño a medida del arquitecto Pablo Álvarez de Lara.
El interiorista Iñaki Mujika rentabilizó al máximo los pocos metros de este dormitorio colonizando la pared del cabecero. Así, destinó la parte superior a armarios, la zona central, a modo de hornacina sirve de cabecero-mesilla y flanqueó la cama con una hilera de cajones simétricos. Y como que no cabían unas mesillas tradicionales, Mujika planificó el primer cajón más estrecho y extraíble, que sirve de superficie de apoyo.
Y los bancos en «U» son en gran medida la clave del éxito. Acogen a más comensales, son más versátiles que las sillas y, al ocupar menos espacio, permiten que la mesa sea más grande. Todo, es un diseño de la decoradora Bárbara Sindreu. Los bancos se han tapizado con tela de Güell-Lamadrid. Las lámparas son de Baobab.
¿Quién dice que los pasillos son un espacio muerto? La decoradora Asun Antó aprovechó la amplitud de este para habilitar un gran armario empotrado que, al pintarse a juego con las paredes, parece desaparecer.
Diseñadas por Cristina Carbonell, estas dos literas de obra y con una escalera central compartida, optimizan al máximo el espacio de esta habitación. Además, una hornacina sirve de improvisada mesilla de noche.
Donde lo ves, este mueble del salón es un banco que permite ampliar la zona de tertulia, es la «pared» que separa el estudio del salón y ofrece espacio de almacén gracias a los estantes superiores y al banco, con capacidad interior. Es un diseño de la arquitecta Mar Marcos. No te pierdas el resto de soluciones magistrales de este piso.
La escalera puede ser una «comemetros», pero con un poco de ingenio se puede rentabilizar el espacio muerto de su estructura. Como ha hecho aquí la decoradora Pia Capdevila, que ha planificado un completo estudio compartido con baldas, una cajonera a modo de división y un armario que salva el desnivel de la escalera.
A modo de chill out, solarium improvisado o incluso para disfrutar de una comida informal, este banco es el gran acierto de este patio urbano. Es un diseño realizado a medida por Ignasi Bisbe. Las colchonetas son de Let’s Pause.
Para completar los armarios altos de la cocina, el equipo de Nook Architects planificó una hilera de armarios, con el horno y el microondas en columna, que aprovecha el pasillo de este piso de apenas 55 m2.